Una fregadora industrial es una máquina de empuje o con conductor que sirve, precisamente, para lavar y secar suelos y pavimentos. Con este fin, se compone de unos cepillos giratorios delanteros, acompañados de agua y detergente. Por ello, dentro del mecanismo de esta, existe un depósito específico donde se guarda este líquido, por lo que se ha de llenar acorde con la superficie que se vaya a limpiar, así como la dificultad y suciedad del propio pavimento. Por su parte, el secador se encuentra en la parte trasera. No solo recoge la mezcla resultante, sino que también termina por aspirarla.
Ahora bien, dependiendo del tipo de suelo que se desee lavar, así como los residuos que se tengan que eliminar, existen diferentes modelos y funciones en una fregadora industrial. En el caso de que únicamente se desee quitar el polvo a una superficie lisa, bastaría con utilizar un aspirador, mientras que en exteriores se emplea una barredora. Cuando existen residuos sólidos, se usa una barredora o hidrolimpiadora. Una fregadora industrial es perfecta para pavimentos de grandes dimensiones, como pasillos, patios, canchas deportivas o naves industriales. No obstante, si existieran desechos grandes como latas, papeles o piedras, se deberían retirar antes de emplear la fregadora.
Para suelos rugosos, como las aceras, se utilizan hidrolimpiadoras y, para el mármol o el PVC, se ha de escoger las funciones de aspirador y rotación. Cuando toca recoger líquidos, basta con aspirarlos, pero si además se debe fregar, entonces se utiliza también la función fregadora industrial. Asimismo, los modelos más modernos permiten igualmente trabajar en suelos de pequeñas dimensiones, tales como pasillos o halls. En casos de suciedad incrustada, resulta conveniente primero limpiar en profundidad y, en una segunda fase, secar. Por tanto, lo más aconsejable es adquirir un modelo de fregadora industrial acorde con sus necesidades, con cepillos, discos rotatorios y potencias ajustables para cada tipo de suelo.
Grupo Akua